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Pantalla adolescentes

Las pantallas y las redes sociales están afectando negativamente a nuestro bienestar mental
Chamila Muñoz de Grado 12, en su telefono en la clase de Ms. Nix.
Chamila Muñoz de Grado 12, en su telefono en la clase de Ms. Nix.
Ana Mejia

Despierta: agarra tu telefono. En la escuela: Juegos de New York Times. Antes de dormir: revisa tu teléfono. Este ciclo es una parte consistente de las rutinas de muchos estudiantes. La tecnología ha sumado un nivel de conveniencia en muchos aspectos, sin embargo, su naturaleza adictiva ha tenido un impacto destructivo en la clase y en el hogar. La naturaleza adictiva de la tecnología proviene de nuestro sistema de recompensas y como resultado, el tiempo de pantalla excesivo se ha normalizado en la sociedad.

En el mundo de hoy, es normal pasar casi la mitad del día frente a las pantallas, ya sea para entretenerse, trabajar, estudiar, o comunicar. Entre los estudiantes que entrevistamos en McCallum, el promedio diario en tiempo frente a la pantalla del celular fue de 7.2 horas. Digamos hipotéticamente que si duermes nueve horas saludables, el tiempo frente a la pantalla ocupa el 48% de tu día solo en el teléfono.

Los estudiantes afirman que pasan aún más tiempos en las pantallas, como Jay Schlett, estudiante de cuarto año, “Aquí [en la escuela] estamos en nuestros Chromebooks como tres de los cuatro periodos. Y luego estoy en mi teléfono para mis tiempos de descanso y luego llego a casa y hago más tareas; así que probablemente unas 16 horas del día.”

Promedio semanal de tiempo de pantalla de los miembros de El Escudo. Collage creado por Luka Alvarez-Scarborough y Ana Mejía. (Luka Alvarez-Scarborough y Ana Mejía)

Desde esta perspectiva esto significa que el tiempo frente a la pantalla está ocupando todo tu día si duermes ocho horas. Después de que se le preguntó si la tecnología se interpone en el trabajo escolar, Schlett respondió “100 por ciento.” Para evitar las distracciones, Schlett dijo: “Desinstilo Instagram a menos que necesite enviar un mensaje de texto a alguien que solo tengo en Instagram. Si, así que simplemente desinstalé [aplicaciones]. En el Chromebook, uso Google Keep porque cuando organizo mi trabajo es  mucho más satisfactorio de completar.”

Schlett plantea dos formas de abstenerse de distracciones, una es “going cold turkey” [abandono repentino], completamente eliminando aplicaciones que distraen; la segunda es usar la tecnología para mantenerse organizado y sentir una sensación de logro al terminar el trabajo. Aunque la tecnología puede distraer a las personas de la escuela y el trabajo, también puede ayudarles a concentrarse en las prioridades.

Ya se ha demostrado que el tiempo excesivo frente a una pantalla puede estar relacionado con problemas de salud mental como ansiedad, depresión, trastornos alimentarios o falta de autoestima. Los profesores de escuela creen que los estudiantes pasan mucho tiempo frente a pantallas y teléfonos. Esto afecta en gran medida a los profesores porque varias investigaciones han demostrado que el entorno físico de aprendizaje afecta el sentido de eficacia de los profesores. El tiempo excesivo en la pantalla no te deja pensar o disfrutar de lo que estás haciendo. Puede crear horarios de sueño inadecuados, problemas de comportamiento y retrasos en el desarrollo del lenguaje y habilidades sociales.

Para romper malos hábitos, el Profesor Richard Cowles, mantiene un salón sin celulares, haciendo que los estudiantes pongan sus celulares en la bandeja. El dijo, “Lo mejor que puedo hacer es dar el ejemplo como un buen líder con mi familia y mis estudiantes (…) Ellos me ven poniendo mi celular en la bandeja.” 

Donde el Sr. Cowles sostiene los teléfonos de sus estudiantes para minimizar las distracciones (Luka Alvarez-Scarborough).

¿Qué atrae a las personas a sus teléfonos diariamente y por horas cada día? El uso de las redes sociales produce la química dopamina, creando dependencia en las pantallas. En adición, redes sociales, y videojuegos trabajan con un sistema de recompensa variable, el que crea obsesión. Los niños son especialmente susceptibles porque sus cerebros tienen ansias de dopamina.

“Los niños necesitan una diversidad de experiencias conectado y desconectado al internet. Incluyendo la oportunidad de que sus mentes se distraigan,” según la Escuela de Medicina de Harvard.

Niños creciendo totalmente sin o con el internet van a tener dificultades sociales más allá en sus vidas de adultos. El internet puede ser un herramienta importante en creando un humano inteligente, pero cuando reemplaza experiencias reales crea un problema. Una observación en niños pequeños que nacieron en la generación del internet es una deficiencia de aburrimiento. Cada momento está lleno por estímulo, y tiempo sin pantallas no tiene valor. Nuestras experiencias en línea lentamente están reemplazando nuestras vidas cotidianas. Esta dependencia de pantallas para todo no es saludable. 

Un miedo de no ser incluido causa quedarse en la pantalla por horas muy tardes que retrasa la producción de “melatonin” causando menos sueño. Menos sueño causa problemas de retener memorias cortas, lo que causa problemas en la escuela, elevando el estrés. Cuando usamos pantallas de una manera excesiva, cambiamos la manera en que tomamos decisiones, y controlamos impulsos. Todo lo que acabo de describir son partes normales de la adolescencia, son solos exagerados por el gran uso de pantallas. 

Así que mientras se normaliza el uso excesivo de la tecnología, reconocer el círculo vicioso es el primer paso hacia el progreso. Hacer uso de los recursos tecnológicos para mantenerse organizado y comunicarse eficientemente es importante, pero hay una línea fina entre mantenerse en contacto con las personas y sumergirse en una falsa realidad. Seguir dando un ejemplo positivo al minimizar el uso de pantallas en la escuela y con familiares y amigos ayudará a fomentar conexiones más sinceras y ampliar nuestra calidad de vida.

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